jueves, 3 de noviembre de 2016

¡Hola Vida!

                                                 
                                                             

Te llaman día de los Santos y es verdad, todos los que ya están en el cielo son la Vida, los Santos de Dios, y los que estamos aún aquí, también podemos serlo ¡no hay problema! Yo conozco y seguro que tú también.

Y ¿sabes por qué podemos?, porque los pecadores somos los preferidos de Dios, no por los pecados en sí (a Dios no le encantan), sino porque encarnan la razón de su Crucifixión. Tanto nos amo…

Los justos jamás Le hubieran Crucificado… Primero, porque Jesús no habría nacido ¿para qué?, y segundo, porque sin nacimiento, ni Amor ni Evangelio ¡Clase de Lógica pura!; no nos hacen falta las filosofías de Platón o San Agustín (menudo rollazo la filosofia).

¿Y en cuanto a la Misericordia? (lo más genial), para ¿Justos y sanos?, pues mira ¡No!, es sólo para nosotros, ellos no la necesitan.

El tema es que nuestras benditas almas se Le pueden ir por “los cerros de Úbeda sin vuelta” y eso ya no tiene arreglo, pero santos… Podríamos ser ¡Claro que sí! 

Pablo de Tarso como otros, son la imagen de “unos” que se iban por los “cerros” (no me refiero a los hippies)… Y ya veis Pablo, Santo entre los más santos y así, muchos más.

Tenemos que hacer lo mismo que ellos. Pecamos por naturaleza de nuestra libertad y falta de sentido común, pero con el conocimiento y Sabiduría (que para eso Él nos la da), al final y a la vuelta de “los cerros”, fantásticos. ¡Ojo! que el final puede ser mañana.

No vale irse “de marcha a Úbeda sin vuelta”… Y ganemos el cielo.

Hoy es un gran día. ¡Feliz día!  
   

Emma Díez Lobo

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