martes, 13 de junio de 2017

Que la lengua humana cante este misterio

  


Que la lengua humana cante este misterio:
la preciosa sangre y el precioso cuerpo.
Quien nació de Virgen Rey del universo,
por salvar al mundo, dio su sangre en precio.

Se entregó a nosotros, se nos dió naciendo
de una casta Virgen; y, acabado el tiempo,
tras haber sembrado la palabra al pueblo,
coronó su obra con prodigio excelso.

Fue en la última cena -ágape fraterno-,
tras comer la Pascua según mandamiento,
con sus propias manos repartió su cuerpo,
lo entregó a los Doce para su alimento.

La palabra es carne y hace carne y cuerpo
con palabra suya lo que fue pan nuestro.
Hace sangre el vino, y, aunque no entendemos,
basta fe, si existe corazón sincero.

Adorad postrados este Sacramento.
Cesa el viejo rito; se establece el nuevo.
Dudan los sentidos y el entendimiento:
que la fe no supla con asentimiento.

Himnos de alabanza, bendición y obsequio;
Por igual la gloria y el poder y el reino
Al eterno Padre con el Hijo eterno
y  el divino Espíritu que procede de ellos.

Amén

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