miércoles, 18 de octubre de 2017

A ti que quemas la vida




A ti que tienes maldad en tu alma… ¿Sabes que la vida no termina aquí? “En aquél lugar” hay fuego, dolor, amargura, desesperación… El mismo fuego con que quemas España y exterminas vidas sin saber si estaban en manos de Dios… 

¡Qué locura!

No les diste tiempo a huir de tu maldad ¿Te hizo algo el bebé?, mientras lloraba pidiendo auxilio al mundo, tú reías absorto “¡Qué proeza la mía, de cuánto soy capaz!!!”, ¿no le oías?, ya, estabas contemplando tu triunfo…

Pero Dios te vio, te vio desde el principio cómo aniquilabas la vida humana, animal y vegetal. ¿No Le viste? Lástima por ti, porque ante tus malévolos ojos, cogió en sus brazos al bebé, le calmó y le quitó todo rastro de dolor que tú le provocaste a conciencia, pero ¿sabes? no se qué hará contigo, no lo sé… El bebé era uno de sus pequeños intocables.

Algún día dejarás de dormir para sumirte en la más profunda pena. Lo siento por ti, difícil vivir así, tremendo morir así.

No puedo juzgarte ni debo, pero hermano, quien “a fuego mata a fuego muere”, o clamas clemencia a Dios o clamarán tu alma desde las tinieblas ¡Tú decides!

Acoge Señor las almas que el fuego te envió y dales la luz y la libertad que aquí les fue arrebatada; dales praderas frescas y ríos limpios, dales el sosiego de la paz.

R.I.P 
      
Emma Díez Lobo


No hay comentarios:

Publicar un comentario