miércoles, 7 de febrero de 2018

Una Charla sencilla



                                                                                            
-Señor, hace mucho frío, el día está gris y mojado… ¿Me perdonas si no voy a misa?

- Hummmm, déjame pensar

- Mira, es que tengo que ir andando y la cuesta es muy larga…

- Ya, ya te oigo; deja de excusarte y dime que estás genial en casa calentita…

- Sip

- Vamos a hacer una cosa, léete el Evangelio, mira cómo lo puedes aplicar en el día de hoy y déjame pensar….

- Ya me lo leí

- ¡Que me dejes pensaaaaar!!!

… La verdad es que si fuera a ver a algún novio, seguro que…

- Ahí te quiero ver, querida, “usease” que si Yo fuera tu novio…

- Pos… Sip (sinceramente) y si me debieran “pasta”, también

- Ni soy tu novio, ni te debo nada. ¡Pero tú a Mí, SÍ!

- Ya, si lo sé, es que cómo son cosas distintas…

- Y menos importantes ¿Verdad?

- ¡Oinnnssssss, siempre me “pilla”!… Pero Tú sabes que yo sé, que no es menos importante, pues sólo faltaba que me diera un “yuyu” y entonces…

- Y entonces te arrepentirás de no haber tenido mi fuerza con la Comunión…

- Ya, si cada vez que pongo excusas, lo pienso.

- ¡Pues hala!, vístete, abrígate y ve despacio y con tiempo. Yo estaré allí como si fuera “tu novio”, esperándote. No te arrepentirás porque volverás contenta de tenerme contigo para lo que necesites.

- Gracias Dios, ahora me visto… Nos vemos en tu casa.

- OK y no seas tan lacia con tu alma ¡hija!, sabes que no te voy a decir el día ni la hora en que “dormirás”, por tanto estate siempre alerta…

- Vaaaaaaale, pero quería tener esta charla Contigo, así me quedaba más tranquila.

- ¡Encima con reticencias!, si es que… siempre igual

Emma Díez Lobo



No hay comentarios:

Publicar un comentario