jueves, 22 de marzo de 2018

Me cuesta entenderTe


                                                           
                     


Siempre defendí la libertad del hombre pero cuando se acerca el gran día de tu Muerte, se me agolpan las preguntas… ¿Por qué metiste la maldad en la libertad del mundo?

El hombre podía haber tenido bastante con sus enfermedades, desastres naturales, muertes accidentales o muertes al final de sus días. Pero no, además de todo eso tuvimos encima el mal consciente e implacable. 

Pues ¿Cuántos miles de millones de almas pueblan el infierno por causa del mal? Nada de lo que Tú querías que pasara, pasó y TUVISTE QUE VENIR para morir de la peor manera (causa de la peor maldad del hombre en millones de años). 
      
Jamás Te comprenderé. Si hubieras dado menos poder al maligno o ninguno, hoy y ayer Tú no habrías sufrido así, ni yo me sentiría tan culpable por ello. ¡Qué injusta tu Muerte! 

Más lo peor es que a pesar de tu VENIDA, cada vez más ateos… ¡Ya, ya sé que lo profetizaste, ya sé que sucedería, ya sé demasiado sobre el mal!

Y hay tanto mal que sobrepasa la inteligencia; sólo “cuatro” deciden ser santos… No, no Te entiendo.

Con este panorama me pregunto si venir al mundo… Sé que el cielo es inimaginable, lo más  extraordinario y maravilloso, pero ¡Señor! qué pocos lo verán y cuántos miles de millones, no condenados al averno, esperarán una eternidad en el sufrimiento para poder llegar a Ti.

Reconocer que en tu Calvario está mi salvación, se clava a fuego, pero no ha sido justo para Ti, ni el hombre es capaz de agradecerlo en su medida. No entiendo por qué tenía que ser así.

En esta Cuaresma Te pido que mi intelecto no hurgue y me digas que TODO ESTUVO BIEN HECHO y NO DEJES DE PONERTE EN MEDIO DEL MAL Y NOSOTROS, pues es bien sabido que “sin querer o queriendo”, elegimos la condena temporal o eterna ¡Ignorantes a pesar de saber!

Emma Díez Lobo

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